lunes, 1 de noviembre de 2010

Los Heraldos

Heráldica viene de Heraldo. Ahora bien, para conocer la primera forzoso será saber qué eran y qué significaban los segundos.
Se trataba de unos caballeros, siempre de la nobleza más acreditada, encargados de dictar las leyes a las que debían ajustarse los torneos o justas, así como del examen de los méritos de aquellos que deseaban participar en los que hoy en día se denominarían "Juegos" entre caballeros.
Los heraldos eran jueces que ordenaban los torneos con la potestad, por mandato real, de dictaminar sobre todo aquello que se refiriera al torneo, siendo sus decisiones inapelables.
Entre sus obligaciones estaba la de examinar concienzudamente los títulos de nobleza correspondientes a los caballeros, investigando sobre sus armas y el derecho que poseían a llevar en sus escudos determinados motivos heráldicos.
Se daba el caso de que los emblemas propios de una familia noble por lo general se elegían de un modo arbitrario, al gusto y capricho del que deseaba usarlos. Siendo hereditarios, pronto se vio la necesidad de registrarlos y de establecer unas normas para el uso del blasón. Los escudos de los guerreros, por el contrario de los familiares, siempre se basaban en algún hecho de armas intentando fijar el recuerdo de la hazaña llevada a efecto y que a través de los descendientes, inmortalizara la acción.
La utilización del blasón, las reglas a que debían ajustarse los caballeros y la organización de los torneos y justas fue el cometido otorgado a los heraldos. Los torneos o justas consistían en unos ejercicios caballerescos mediante el combate entre dos caballeros y en el que ambos contendientes ejercitaban su destreza en las armas. Por lo general, este tipo de competiciones era organizado con ocasión de alguna fiesta solemne, como por ejemplo, la coronación de un rey y se basaba en el entrenamiento de los competidores en ejercicios guerreros. Los caballeros combatían a caballo en palenques con cercados de madera y separados por una valla para que las cabalgaduras no pudieran chocar. El arma consistía en lanza preparada convenientemente para que no pudiera herir al adversario, ya que de lo que se trataba era de propinarle un golpe lo suficientemente fuerte para derribarle del caballo. El que caía se declaraba vencido sin que por eso su honor sufriera menoscabo alguno.
Pero bien es verdad que por muchas precauciones que se tomaran, siempre se producían incidentes, alguno mortal, como el sucedido al rey de Francia Enrique II.
Durante un torneo celebrado en honor de la llegada de la que más tarde sería reina de Escocia, María Estuardo, que iba a contraer matrimonio con el delfín de Francia, el rey Enrique quiso participar en el torneo enfrentándose al jefe de la guardia escocesa de la futura reina, el conde de Montgomery, con tan mala suerte que la lanza de éste, a pesar de carecer de punta de acero, fue a penetrar por una de las rendijas del casco del monarca y la madera atravesó un ojo del rey, lo que provocó no sólo su caída del caballo, sino su muerte. Por cierto, este desgraciado suceso ya había sido predicho por el célebre astrólogo Michael de Notre Dame, más vulgarmente conocido como Nostradamus.
Los emblemas de los caballeros que participaban en los torneos no sólo se ostentaban en sus escudos. Cada uno tenía su propia tienda de campaña donde se colocaban sus armaduras. En la puerta de esta tienda se clavaba una lanza en cuyo extremo ondeaba un guión o banderín con las armas de su propietario. También en las gualdrapas de los caballos se hacían ostentar los blasones del jinete.
Todos estos detalles, así como las ceremonias previas al torneo, la proclamación de los caballeros que iban a competir, las reglas a que debian ajustarse y cuanto se relacionaba con la justa, eran misiones exclusivas de los heraldos.
Por regla general, en una época tan caballeresca como la Edad Media, los caballeros que tomaban parte en los torneos lo hacían bajo el apadrinamiento de una dama a la que le dedicaban sus triunfos, caso de producirse.
Los torneos podían celebrarse, y de hecho así se hacía, en época de guerra, entre caballeros pertenecientes a los dos bandos en lucha. Cuando esto sucedía, quedaban paralizadas las operaciones bélicas, eligiéndose, de mutuo acuerdo, un heraldo encargado de dictar las reglas del torneo. Esto ocurrió, por citar un solo ejemplo, durante las Cruzadas cuando los soldados cristianos pusieron cerco a la fortaleza de San Juan de Acre. Cinco caballeros cruzados se enfrentaron a otros tantos sarracenos, ante los muros de la población. Pero cuando se daba este caso, el final era distinto al de los torneos de ceremonia, ya que se utilizaban armas de combate y la lucha era a muerte.
En lo que respecta a los escudos, es conveniente decir que la Heráldica que estudia las armas, o armerías, estas no se tratan de elementos de guerra para atacar o defenderse de un posible enemigo, sino que se refiere a la insignia o blasón con el que quiere identificarse el caballero, siendo por tanto, un emblema honorífico.
Los torneos, las justas y en general cuanto se refiere a la Heráldica alcanzaron su apogeo en la época de las Cruzadas. En aquel tiempo de exaltación religiosa unido al sentimiento guerrero en la esperanza de rescatar Tierra Santa del infiel, época de arte grandioso y en ocasiones desbordante en que la nobleza y las Órdenes de Caballería estaban en su apogeo, despertó la necesidad del blasón a fin de que los caballeros se distinguieran unos de otros y fuera, al mismo tiempo, exponente de sus hazañas, así como historia, tradición y memoria de los hechos heróicos llevados a cabo en el campo de batalla y así ha quedo expuesto por G. Eysembach, en su "Historia del Blasón". Dice: "El blasón, lenguaje misterioso, lengua ingeniosa y sorprendente, de uso universal para la nobleza de la cristiandad, establecía entre todos los gentileshombres una confraternidad heróica, era la piedra fundamental del edificio feudal, la cementa y la llave de la bóveda -como dice un autor antiguo- de la jerarquía aristocrática".
El blasón fue sinónimo de valor, lealtad y arrojo. Una mala acción pudiera enturbiar su limpia ejecutoria: era lo peor que podía sucederle a un caballero.
Todo esto era lo que debía examinar, enjuiciar y finalmente, dictaminar el heraldo. Quien no reuniera las condiciones precisas, no podía participar en un torneo.
El blasón representaba no sólo una realidad, un signo de jerarquía, también era el exponente de un oficio. Considerar su uso como un privilegio exclusivo de la nobleza constituye un error.
Naturalmente que los artesanos, los pertencientes a los gremios no celebraban torneos, pero esto no impedía que tuvieran sus propios escudos inherentes a los oficios que practicaban y así no pocas veces estos blasones fueron esculpidos en piedra.
La Heráldica en sus múltiples manifestaciones, está ligada íntimamente con la historia. Muchas veces para estudiar ésta se hace indispensable conocer la primera porque a través de ella se adquieren no pocos conocimientos del tiempo pasado. La Heráldica se encuentra absolutamente unida a la genealogía nobiliaria investigando el escudo de armas de las familias nobles, unos escudos que en este caso se denominan Nobiliarios.
Una nobleza a la que se alcanza, casi siempre en los campos de combate y que fue pagada con la sangre de aquel que obtuvo el derecho a ostentar un blasón.
Fuente: Gabinete Heraldico

miércoles, 27 de octubre de 2010

Que es la Heraldica?

De forma breve pero precisa, se podría decir que la heráldica es la ciencia auxiliar de la historia que estudia la representación gráfica de las personas, linajes y entidades en un escudo o blasón por medio de piezas, figuras y esmaltes.

La heráldica, tal y como la conocemos, nació en el siglo XII aunque, mucho antes, el hombre ya tenía interés en darse a conocer y diferenciarse de los otros con emblemas personales pintados precisamente en su escudo defensivo.

El nacimiento de la heráldica se produjo en los torneos para diferenciar a tal o cual caballero que, todo cubierto de hierro, de pies a cabeza, tenía que llevar algo que lo identificara. La solución fue pintarse el escudo con una señal. Este uso de emblemas diferenciales parece ser que fue copiado por los cruzados de Tierra Santa, pues las tropas musulmanas ya los utilizaban desde hacia tiempo. Más tarde, esta idea nacida en las cruzadas y puesta de moda en los torneos, se generalizó entre las personas y familias que disfrutaban o alcanzaban un cierto nivel social. La posesión de un escudo de armas no es prueba de nobleza, si bien, y debido a su origen, a sido muchas veces así considerada.

LOS ESMALTES
  • Azur: color azul. Simboliza a Venus, el aire, y las cualidades de justicia, obediencia, lealtad, piedad y prudencia.
  • Gules: color rojo. Simboliza al dios Marte, al elemento fuego, fortaleza, valor, honor, osadía y victoria.
  • Oro: simboliza la nobleza, el esplendor, la prosperidad, magnanimidad, constancia, riqueza, poder y luz. La familia que llevara este esmalte, por tanto, debía caracterizarse por sus cualidades de magnanimidad y nobleza y servir al Rey.
  • Plata: pureza, fe y obediencia, simbolizando la Luna que abarca estas cualidades. Las familias a las que se les concedía el privilegio de llevar este metal en sus escudos se distinguían por su integridad, su obediencia y su gratitud.
  • Sable: color negro. Símbolo del pudor y como tal, se concedió el privilegio de llevarlo en este escudo como símbolo de la modestia, la discreción y la prudencia que caracteriza a la familia portadora de este apellido.
  • Sinople: color verde. Simboliza la esperanza, la fe, amistad, servicio y respeto. Es símbolo de grandeza, elevación, asilo y salvaguardia, con la obligación al servicio y protección del Comercio ante su Soberano y Patria

MANUAL DE HERÁLDICA SIMBÓLICA

En Heráldica existen cinco colores: el rojo, al que se denomina "gules", el azul "azur", el negro "sable", el verde "sinople" y el morado "púrpura". Este último mantiene el privilegio de participar de la naturaleza de los colores y los metales, que son dos, el oro y la plata. Al primero se le representa en color amarillo y al segundo, blanco o gris.

En la Heráldica inglesa, existen tres colores más: Leonado, anaranjado y sanguíneo.

Para el profano en la materia, ante lo anterior, de inmediato se le ocurre una pregunta, tan simple como sencilla: ¿Y por qué esos términos de gules, azur, sinople, sable y púrpura, en lugar de denominarlos en su origen natural?. La contestación se basa en el deseo de los propios heraldos o Reyes de Armas de diferenciar los colores que daba el vulgo a la Heráldica ya que, según se criterio esta era (y es) "una ciencia que por su nobleza sólo debía ser, manejada por quien conociera los quilates del honor y que no fuese común a lo normalmente utilizado para calificar el color de cualquier adminículo". Pero como en los blasones a veces se da el cuerpo humano, o parte del mismo, existe otro esmalte, el llamado "encarnación" que se utiliza para aquel menester, se llama "natural", a los colores de animales, frutos o sombras.

La Heráldica es la ciencia de los símbolos. Y es por eso por lo que se entiende perfectamente la reacción de los colores del blasón, con los elementos de la naturaleza, con las piedras preciosas, con los meses del año y con los signos del Zodiaco. Es por ello muy interesante para mostrar el punto de partida de la "Ciencia del Blasón", en su desarrollo histórico, citar las relaciones emblemáticas de los esmaltes.

El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el Fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. Las características heráldicas que le corresponden son: Nobleza, Magnanimidad, Riqueza, Poder, Luz, Constancia y Sabiduría. Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven este metal en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre.

La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el Agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata. Las características heráldicas que le corresponden son: Pureza, Integridad, Obediencia, Firmeza, Vigilancia, Elocuencia y Vencimiento. Y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos.

El gules o rojo simboliza a Marte, entre los planetas; de los signos del Zodiaco, Aries y Escorpión; de los elementos, el Fuego; de las piedras preciosas, el rubí; de los días de la semana, el martes; de los meses del año, marzo y octubre; de los metales, el cobre; de los árboles, el cedro; de las flores, el clavel; y de las aves, el pelicano. Las características heráldicas que le corresponden son: Fortaleza, Victoria, Osadía, Alteza y Ardid. Los que traen este color en sus escudos están obligados principalmente a socorrer a los que se ven oprimidos por injusticia.

El azur es el nombre que en Heráldica recibe el color azul. Se deriva este color de la voz turca Azurt, sinónimo de dicho color. Simboliza a Venus entre los planetas; de los signos del Zodíaco a Libra y Capricornio; de los elementos al Aire; de los días de la semana al Viernes; de los meses a septiembre y diciembre; de las piedras preciosas el zafiro; de los metales el acero; de los árboles el álamo y de las flores la violeta. Las características heráldicas que le corresponden son: Justicia, Celo, Verdad, Lealtad, Caridad y Hermosura. Los que llevan este color en su escudo están obligados al fomento de la agricultura y a socorrer a los servidores abandonados injustamente por sus señores.

El sinople es el nombre que en Heráldica recibe el color verde. Se deriva este nombre de una clase de tierra conocida en Asia Menor, que al diluirse en el agua la teñía de color verde. Simboliza entre los planetas a Mercurio; del Zodíaco a Géminis y Virgo; de los elementos el Agua; de los días de la semana el miércoles; de los meses, mayo y agosto; de las piedras preciosas la esmeralda; también simboliza el azogue y el laurel. Las características heráldicas que le corresponden son: Esperanza, Fe, Amistad, Servicio y Respeto. Los que lleven este color en su escudo deben servir a su Soberano en el comercio y socorrer a los labradores.

El sable es color negro, que procede de la palabra "zobel" o "zables", que en alemán significa "marta negra o cebellina, animalillo de piel negra muy fina". El color negro es de tradición antiquísima y simboliza el pudor; entre las piedras preciosas, el diamante; entre los planetas, Saturno; de los signos del Zodíaco, Acuario y Tauro; de los días de la semana, el sábado; de los meses, enero y abril; de los metales, el hierro. Las características heráldicas que le corresponden son: Prudencia, Tristeza, Rigor, Honestidad y Obediencia. Los que llevan este color en su escudo deben servir a su Soberano, política y militarmente.

El púrpura es el morado. Es un color muy poco introducido en la Heráldica. Se prohibió en la época de los Emperadores romanos a todos aquellos que no fueran de la familia imperial. Simboliza, de los planetas a Júpiter; de los signos del Zodíaco a Piscis y Sagitario; de los días de la semana el jueves; de los meses a febrero y noviembre; entre las piedras preciosas la amatista; entre los metales el estaño. Las características heráldicas que le corresponden son: Justicia, Ingenio, Verdad, Grandeza, Sabiduría y Amor. Los que llevan este color en su escudo están obligados a servir al Príncipe defendiendo a las personas eclesiásticas.

De las múltiples figuras heráldicas exponemos las características de las siguientes que son de las más usadas:
AGUA: Símbolo de sabiduría ilustrada, de ánimo virtuoso, pudiendo también simbolizar extensión de dominio

AGUILA: emblema de Generosidad, Magnanimidad y bizarría de espíritu, que desde las mayores alturas no cesa de vigilar el cumplimiento de las menores obligaciones de su cargo.

AJEDREZADO: Simboliza arte militar, por cuya razón se suele conceder a los soldados que han expuesto su vida en los combates.

ANCORA: Símbolo de esperanza. También significa seguridad y constancia, aún en los mayores reveses de la fortuna.

ARBOL: Símbolo de antigua y esclarecida nobleza.

ARMIÑO: Símbolo de poder y realeza. Simbolizan pureza y fidelidad puestas al servicio del Príncipe.

ASPA: Simboliza el estandarte o guión del caudillo invicto en los combates.

BANDA: Símbolo del tahalí, con que los caballeros sujetaban su espada y también de la banda de color que usaban sobre su armadura los generales y capitanes; los primeros la llevaban de derecha a izquierda y los segundos de izquierda a derecha.Alfonso XI instituyó en el año 1332, en la ciudad de Burgos, la Orden de la Banda, una de las más nobles y preclaras; su divisa era una cinta encarnada de tres dedos de ancha, puesta en sentido de banda; algunos escudos pertenecientes a caballeros de esta Orden la traen en la forma que queda dicha, pero saliendo los extremos de la boca de un dragón. Muchos escudos españoles del siglo XIV llevan una cadena en banda; son generalmente pertenecientes a caballeros que asistieron a la batalla del Salado, el año 1340.

BANDERA: Señal o insignia con que se distingue a un cuerpo de tropa.

BARRA: Representa, como la banda, el tahalí del caballero. Se adopta como señal de bastardo, en cuyo caso disminuye su anchura.Cuando ésta es la tercera parte del escudo, no se considera señal de bastardía, sino que recuerda la banda que llevaban los capitanes, de izquierda a derecha.BASTON: Simboliza mando militar, y cuando se coloca en barra, dentro de su simbolismo, denota bastardía.

BEZANTE: Por su significación oriental la adoptaron la mayoría de los caballeros que tomaron parte en la expedición a Tierra Santa.

BORDURA: Simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor.

CABALLERO: Simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo".Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida".

CABEZA: Significa: trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento.

CABRA: Simboliza al caballero que, en servicio de su Rey y su Patria, ha pasado inmensos sacrificios.

CABRIO: Simboliza las botas y espuelas, y por ello se concedía como adorno del escudo al caballero que salía herido del combate en sus piernas; otras veces en emblema de fuerza, algunas de Constancia y Firmeza y siempre del Esfuerzo y Valor.

CADENA: Significa generalmente cautiverio sufrido por la defensa del Rey o de la Patria; privativa de España es la de ser símbolo de haber asistido alguno de la estirpe a la Batalla de las Navas de Tolosa, en la que los cristianos rompieron en cerco de la tienda real, formado por gruesas cadenas, en el año 1212.

CALDERA: Eran junto con otras vasijas: copas, jarros y calderas, que servían para el manejo de vituallas, eran antiguamente la marca de ricohombre en España. Viene su origen del pendón y calderas que entregaban los Reyes a aquellos magnates que consideraban Grandes del Reino, teniendo entre sus facultades privativas, la de levantar y sostener tropas a sus expensas.

CANTON: Suele ser símbolo de bastardía.

CARDO: Simboliza en la Heráldica un corazón noblemente humilde, pero tan cuidadoso de su honor, que defiende con su espada el lustre de su linaje.

CASTILLO: Por la superioridad de su fortaleza respecto a otros edificios, denota grandeza y poder, empleado en defender a los amigos y aliados, resistiendo invencible al enemigo.

CETRO: Representa la dignidad

CETRO REAL: Es la insignia de los reyes y emperadores.

CIERVO: Simboliza ánimo esforzado, que saca y recobra energías aún en las ocasiones más adversas.

CIPRES: Simboliza elevados e incorruptibles pensamientos.

CISNE: Simboliza por la tradición de que canta dulcemente cuando va a morir, significa antigua hidalguía, sin mancha de ningún género, que muere valerosamente ejecutando gloriosas empresas.

CONCHA: Simboliza al caballero que, abandonando las delicias de su casa, marcha a las fronteras de sus estados para ensancharlas combatiendo. La concha o venera recuerda la Batalla de Clavijo, ganada a los musulmanes en 844, cuando los cristianos invocaron a Santiago, apareciéndose visiblemente el apóstol y ayudándoles a ganar la célebre Batalla en la que sucumbieron setenta mil moros. *la concha es símbolo de peregrino.

CONEJO: Heráldicamente simboliza amor a las letras.

CORAZON: es símbolo de vasallo vigilante. En su color encendido, demuestra ardimiento de ánimo y amorosa expresión de cariño. Cuando se pinta unido a otro, es alianza y si aparece flechado, indica amor.

CORDERO: Simboliza a los reyes y caudillos que han de sacrificarse al bien y cuidado de sus súbditos; también denota en la blancura de vellones, calificada nobleza.

CORONA: Símbolo de dignidad o insignia honorífica

CRECIENTE: Origen oriental, simboliza victoria contra oscuridades de calumnias, y emulaciones contra inconstancias y volubilidades. Como significación peculiar de la luna montante, (puntas arriba),puede decirse que representa un noble espíritu que aspira a lucir en gloriosas empresas. Si es tranversada, significa descanso de fatigas pasadas. Si adopta la forma de tornado o contornado (diestra o siniestra) simboliza decaimiento de fortuna con espiritu de recobrarla.

CRONISTA DE ARMAS: Es aquella persona capacitada que está autorizada por el Estado español para extender certificados oficiales de Armas, de Genealogía y de Nobleza, con los requisitos previstos por la Ley.

CRONISTA REY DE ARMAS: Denominación con la que en la actualidad se conoce a los individuos del Cuerpo oficial de Cronistas de Armas.

CRUZ: Símbolo de la espada de los caballeros, a quienes se concedía esta pieza cuando regresaban del combate con su espada teñida en sangre enemiga. También fue tomada la Cruz como enseña por la mayor parte de los Cruzados, llevándola de distinto color, según la nación a que pertenecían: los españoles la llevaban de gules, los franceses de plata, los italianos de azur, los alemanes de sable, los polacos de sinople y los ingleses de oro. La cruz recuerda también la célebre Batalla de las Navas de Tolosa en 1212. *Cuando la cruz se halla disminuida a la mitad de su anchura, se llama estrecha.

CRUZ DE ALCANTARA: Es la insignia de la orden de Alcántara, fundada hacia el año 1156. En 1218 trasladó su sede a la ciudad de Alcántara, en Extremadura. Tuvo especial importancia en la reconquista de esta región.

CRUZ DE CALATRAVA: Es la insignia de la Orden de Calatrava, instituida en el año 1158, reinando Don Sancho III. Su primera finalidad fue defender la región toledana de los ataques moros.

CRUZ DE SANTIAGO: Insignia de la orden de Santiago, fundada hacia el año 1160 para defender a los peregrinos que acudían al sepulcro del Apóstol Santiago de Compostela.

CUERVO: Símbolo es espíritu audaz y animoso que se arriesga en defensa de sus bienhechores.

DRAGON: Simboliza el cuidado y vigilancia más exquisitos

ENCINA: Símbolo de ánimo fuerte y constante en heroicas acciones y empresas valerosas. Con este emblema García Jiménez, Rey de Navarra, fundó la Orden Militar de la Encina, destinada a luchar con fortaleza contra los moros. Su divisa era una encina verde y sobre ella una Cruz ancorada de gules, con esta leyenda: "no temo ni a mil que me rodeen".

ESTRELLA: Simboliza constancia en el servicio al Soberano en los empleos de ministro o consejero que, como estrellas pequeñas que recibiesen su luz del gran sol, han de comunicar los rasgos de justicia del Monarca a su pueblo. Con este emblema se fundó en España, en 1190 la Orden de la Estrella, incorporándose a la de Calatrava en 1196.

FAJA: Representa a la coraza del caballero, colocándose en los escudos como símbolo de las heridas que recibía en el cuerpo y de la sangre de sus enemigos, que le salpicaba la coraza.

FLECHA: Simboliza empresa bélica.

FLOR DE LIS: Simboliza ánimo generoso, que por agravios recibidos devuelve repetidamente sus beneficios.* El origen de la flor de lis se atribuye a los soldados de Clodoveo, quienes después de la batalla de Tolviac, se coronaron con lirios en señal de victoria.

FUEGO: Símbolo de magnanimidad, ardimiento y prontitud en desempeños o cometidos intelectuales.

FUENTE: Símbolo de filantropía y esplendidez

FUSO: Símbolo de rectitud, prudencia y equidad y de las conveniencias logradas por medio de esas virtudes; sirve de jeroglífico de aquellos que reunieron muchos bienes utilizando medios lícitos y rectos.

GALLO: Símbolo de vigilancia y de tenacidad en la pelea.

GARZA: Simboliza prudencia en prevenir los peligros, guardándose de ellos

GAVILAN: Símbolo de astucia.

GRIFO: Símbolo de ingenio y grandeza.

GRILLO: Símbolo del amante irresoluto e inconstante.

GRULLA: Símbolo gobierno bien ordenado bajo el poder de un buen jefe, que reparte en turnos la vigilancia; también simboliza prudencia en el arte de gobernar bien los pueblos.

HACHA: Simboliza mortandad causada al enemigo. y también hachón ó mecha para iluminar.

HALCON: Simboliza noble y fuerte pecho en empresas de honor, que al no lograrlas desfallece de vergüenza.

HIEDRA: Simboliza vínculo amoroso y también triunfo.

HIGUERA: Simboliza a los insignes bienhechores del Estado

JABALI: Simboliza intrepidez y arrojo

JEFE: Simboliza el casco del caballero, el rodete y también a veces la corona de aquél que es titulado. Esta pieza se concedía antiguamente al caballero que salía herido en la cabeza de in combate, como muestra indiscutible de haberse ennoblecido derramando sangre de su cabeza en servicio de su Soberano.

JIRON: Representa favor

LAGARTO: Símbolo de fidelidad y de afición, por la que muestra al hombre.

LAMBREQUINES: Los adoptó la armería para mostrar con su presencia en el escudo, el "esfuerzo valeroso que se emplea en el vencimiento del enemigo"

LANZA: fortaleza con prudencia.

LAUREL: buena fama, y por el verdor perpetuo de sus hojas, de imperecedera victoria.

LEBREL: Denota ardimiento y coraje en acometer peligros, con tal decisión, que precisa contener su esfuerzo.

LEON: Simboliza espíritu generosamente guerrero, adornado de las cualidades de vigilancia, dominio, soberanía, majestad y bravura.

LEOPARDO: representa al valeroso y esforzado caballero que ha ejecutado alguna atrevida empresa, valiéndose, para darle cima, más de la astucia que de la fuerza.

LIS. Flor de lis. Simboliza ánimo generoso, que por agravios recibidos devuelve beneficios repetidamente.

LOBO: Símbolo de un corazón constante, que sufre las calamidades de la guerra y del asedio con generoso espíritu, aún en medio de las mayores privaciones; mas llegado el momento de la lucha a campo abierto, pelea ferozmente, sin dar cuartel a su enemigo.

LOSANGE: Simboliza hechos dignos de alabanza por alusión a la voz lisonja, de la que se contrae losange.

LUNA: Los turcos la adoptaron como símbolo de victoria. Cualquiera que sea la posición que adopte en el escudo, simboliza victoria contra oscuridades de calumnias y emulación contra las inconstancias y volubilidades.

LLAVE: Simboliza fidelidad y secreto.

MANO: Simboliza: abierta: generosidad; cerrada: fortaleza; enlazada con otra: amistad.

MANZANO: Simboliza corazón vigilante.

MAR: Simboliza espíritu embravecido e iracundo, que no pierde, sin embargo, los límites de la obediencia que debe a su soberano. También simboliza al caballero que no se altera ni en la prosperidad ni en los reveses de su fortuna y en todo momento conserva la serenidad de ánimo.

MARTILLO, MAZO : Indica guerra por el quebranto que con él se puede ocasionar a las armaduras.

MERLETA: Significa el número de enemigos vencidos. En España, simboliza las jornadas realizadas en América o las heridas recibidas en tales expediciones.

MORERA: Simboliza prudencia y sabiduría.

OJO: Símbolo de ingenio y capacidad, si se pintan los dos simboliza vigilancia y cuidado.

OLIVO: Símbolo de paz, por el perenne verdor de sus hojas, significa también ánimo inmutable contra la fortuna adversa.

ONDA DE MAR: Representa el mar.

ORDEN DEL TOISON DE ORO: Instituida en 10 de Enero de 1429 por Don Felipe III "el bueno", Duque de Borgoña y Conde de Flandes, en solemnidad de sus bodas con Doña Isabel de Portugal. Su finalidad era defender la Iglesia y la Religión Católica bajo el Patronato de San Andrés.

ORTIGA: Simboliza aflicción.

OSO: Símbolo de fortaleza y habilidad en el manejo de las armas contra el enemigo, logrando la victoria.

PALMERA: Simboliza victoria y triunfo.

PALO: Representa la lanza del caballero y también el mástil surmontado, que los señores ponían delante de su tienda o fortaleza como símbolo de jurisdicción. Con esta pieza se recompensaba al soldado que rompiendo las filas enemigas, penetraba en su campamento, arrancando las estacas ó defensas exteriores que lo guarnecían.

PALOMA: Para los egipcios es símbolo de salud; en el blasón denota fidelidad y amor. Es emblema de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y, como tal, adorna la divisa de la Orden francesa del Espíritu Santo.

PAPAGAYO: Símbolo de un noble caballero, que mira con agrado los esmaltes de su escudo, con ánimo no sólo de conservarlos, sino de añadirle nuevos timbres con propios hechos. También es símbolo de la elocuencia y docilidad.

PAVO REAL: El simbolismo de esta ave es especial: por su cabeza denota prudencia; por su pecho, de oro y zafiro, lealtad, fidelidad y celo; en lo oculto y sumiso de sus pasos, secreto, y en la voz terriblemente desafinada de su canto, terror de enemigos.

PELICANO: Símbolo de señor caritativo y piadoso para con sus vasallos.

PERRO: Símbolo de fiel vasallo.

TRUCHA: Símbolo de ánimo ardiente en la guerra y tranquilo y sereno en la paz.

TENCA: Significa en el blasón que el barro, común a todos los nombres, se puede enaltecer con acciones virtuosas y honradas.

TORTUGA: Es una de las figuras de mayor nobleza, siendo símbolo del caballero que se retira tarde del combate, haciendo frente a su enemigo hasta el último momento, confiando en su propia fortaleza.

CONCHA: Símbolo del caballero que abandona la tranquilidad del hogar, para combatir por su rey y por su patria.

VENERA: Símbolo del caballero que abandona la tranquilidad del hogar, para combatir por su rey y por su patria.

PIE IZQUIERDO: Símbolo de obediencia y prontitud de ánimo en los efectos del hombre.

PINO: Por su elevación es símbolo de pensamientos nobles y esclarecidos y por su naturaleza resinosa, apto para arder, de un corazón fogoso en vengar ultrajes de familia.

PUENTE: Simboliza alianza y unión.

PUERCOESPIN: Símbolo de fuerza contra el peligro, porque se encierra en sí mismo y se defiende con sus propias armas (púas)

RIO: Simboliza, por su condición de aumentar su caudal a medida que avanza, al caballero que sale de su casa con ansia de adelantamiento y vuelve a ella enriquecido de erudición y fortuna

ROEL: En España significa conexión con la familia Castro.

ROQUE: Simboliza al capitán que defiende su fortaleza.

ROSA: Es emblema de la Belleza, del Honor inmaculado, de la Nobleza, del Mérito reconocido. Simboliza constancia contra abatimientos de fortuna y aguerrido empuje para vengar las ofensas que afectan al tronco de su linaje.

RUEDA: Simboliza celeridad en desempeñar las más arduas empresas. También es símbolo de Fortuna, Favor e Inconstancia.

RUEDA CATALINA: Significado más representativo la Constancia.

RUEDA DE MOLINO: Símbolo de Obediencia, porque afronta la violencia de la corriente y obedece al movimiento que esta imprime.

SIERPE: Simboliza prudencia y astucia.

SIRENA: Símbolo de elocuencia y seducción.

SOL: Símbolo propio de soberanos y reyes, los que con su poder vivifican a todo el Estado. Es emblema de Eternidad, Grandeza, Poder, Providencia, Nobleza ilustre, Magnificencia, etc.

SOLAR: Linaje, descendencia, noble abolengo.

TIERRA: Simboliza firmeza, estabilidad y constancia en las resoluciones.

TIGRE: Simboliza ánimo veloz para vengar agravios.

TORO: Simboliza pecho generoso, en quien los recuerdos de su linaje, representados en rojo de su sangre, le inflaman el deseo de grandes empresas.

TORRE: Símbolo de generosidad, con que el caballero se ofrece al servicio de su Patria y de su Rey.

TRIANGULO: Simboliza la igualdad y perfección divinas.

VERO: Cuando los veros van dentro del campo del escudo, significa rectitud, justicia y virtud.

YUGO: Simboliza unidad
Autores:  Gabinete Heráldico.

Los Lambrequines

Los lambrequines o lamequines, como llaman algunos, no son otra cosa que el timbre o los ornamentos que forman parte de él y vienen a ser aquellos penachos que salen detrás del yelmo pendiendo en su circunferencia por los dos lados de los cuales unos parecen hojas entrelazadas y otros compuestos de plumas naturales, reputados por menos honorables.
El origen de los lambrequines es tambien muy antiguo aunque al presente no sirven sino de ornamento al casco y al escudo como de ropaje, que se pone encima, de la misma forma que lo hace la cota de armas para cubrir el resto de ellas.
Los antiguos heraldos llamaron a este vestido de cabeza veleta o volante porque volteaba o se movía con cualquier viento y por estar atado detrás del yelmo con una venda o trenza compuesta de cintas y cordones entrelazados de los colores de los esmaltes de las armas con que se aseguraba al propio tiempo la cimera que ponían también encima.
A los que son nuevamente ennoblecidos se les ponen plumajes y no hojas. El motivo es porque como la antigua caballería adornaba sus yelmos con hojas que ya no se llevan se ha tomado el uso de las plumas para el adorno de los yelmos de los nuevos nobles y también porque en la misma práctica antigua solo traían plumajes los caballeros y soldados de la inferior calidad y graduación.
Los penachos, plumajes, hojas o lambrequines, que sirven de ornamento al yelmo y acompañan tambien al escudo, deben ser siempre del esmalte y colores del campo y de las piezas del escudo sin mezcla de otro alguno a menos de tener privilegio especial o por alguna particular concesión.
Los españoles atan sus penachos y lambrequines con diversos nudos y lazos dejando largos cabos, que llaman giras, volteando al aire.


Origen de la Heráldica

Esto de la Heráldica, a casi todo el mundo le suena a cosa medieval, relacionada con los torneos, las justas, la nobleza, los caballeros de la Mesa Redonda, etc. Y la verdad es que los que así piensan no andan muy descaminados.

Es difícil determinar con exactitud cuándo nace la Heráldica en el sentido en que la definía el Marqués de Avilés, en su “Ciencia Heroyca”, publicada allá por 1725: “el Blasón es el Arte, que con términos, y voces propias de él enseña en la inteligencia del Escudo de Armas, la de los esmaltes, figuras, y ornamentos, el orden de componerles con reglas, y preceptos ciertos, a el modo que le tienen todas las demás Facultades, y Ciencias”. Es decir: la ciencia que nos ayuda a entender y a componer adecuadamente los escudos de armas; o el código de reglas que permite representar y o describir correctamente los escudos de armas. Lo que es indudable es que, desde la más remota antigüedad, las personas y toda clase de colectividades humanas han usado signos que los identificaran y los distinguieran de los demás, especialmente en aquellas circunstancias en las que esa diferenciación se hacía más necesaria, como en el campo de batalla.
Si bien puede considerarse que existen elementos heráldicos o proto-heráldicos desde hace miles de años, la heráldica como hoy la entendemos tiene origen medieval y aparece en Europa occidental alrededor del siglo XII. Los “escudos de armas” se originaron en esta época por la necesidad de distinguirse los caballeros en el campo de batalla.

Los emblemas utilizados, que en principio respondían a la voluntad individual y a la imaginación de su portador, pronto se hicieron hereditarios y se organizaron en un sistema de normas y convenciones, con un lenguaje y una terminología propios; especialmente al quedar su concesión restringida a una prerrogativa real que se ejercía a través de los llamados “Heraldos”, cuya cabeza visible era el “Rey de Armas”.

De este origen medieval y militar es buena prueba la denominación del elemento esencial de la heráldica: el “escudo”, ya que era sobre este elemento defensivo sobre el que se pintaban los emblemas elegidos por los caballeros u otorgados a éstos por los soberanos. Más tarde su uso se extendió a toda clase de soportes: telas, joyas, fachadas de las viviendas, cuadros, monumentos funerarios, etc.

Precisamente una de las utilidades que hoy en día tiene la heráldica, aparte de la de facilitar unas normas básicas y racionales para la composición de los escudos, es la de ayudar a la identificación de las personas o las pertenencias de éstas identificadas con signos heráldicos. Por esa razón, la Heráldica es también, y sobre todo, una de las llamadas ciencias auxiliares de la Historia, como lo son la Paleografía, que descifra las escrituras antiguas; la Diplomática, que estudia las cartas, diplomas, títulos y otros escritos jurídicos; la Epigrafía, que estudia las inscripciones sobre piedra, metal o madera; la Sigilografía, que trata lo relativo a los sellos con que se firmaban los documentos; la Vexilología, que analiza las banderas y estandartes; la Genealogía, que investiga el origen y filiación de las familias; y el derecho Nobiliario, que regula el ejercicio de la Nobleza o la sucesión en la posesión de títulos.

Clasificación de la Heráldica

En función de su ámbito de aplicación concreta, la heráldica puede clasificarse en:

a) Heráldica gentilicia: de los individuos, familias o linajes.

b) Heráldica cívica o civil: de las entidades territoriales. Ésta se subdivide a su vez en nacional, provincial y local (y en el caso de España, de las Comunidades Autónomas).

c) Heráldica corporativa: de las entidades, públicas o privadas, de carácter civil: Universidades, Colegios y Asociaciones profesionales; clubes deportivos, sindicatos, etc.

d) Heráldica eclesiástica: de las personas, instituciones o entidades de la Iglesia.

e) Heráldica militar: de las personas, instituciones y cuerpos o entidades militares.

f) Heráldica industrial: de marcas o productos elaborados por las empresas